“No actúes, sólo piensa”, la propuesta del filosofo Slavoj Žižek

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A todos nos queda claro que el mundo no funciona de forma ideal o como quisiéramos. Incluso podemos enunciar un sinfín de cosas que vemos mal en la actualidad sobre el medio ambiente, los valores morales, en el tema de la salud y educación, en las relaciones humanas, economía, política, etcétera.

Sin embargo, lo que no podemos identificar con exactitud es por qué entramos en esa dinámica social con la que no estamos de acuerdo. Nos cuesta trabajo definir cómo es ese mundo ideal en el que quisiéramos vivir. Sabemos que debe involucrar ciertas características, pero no logramos ver del todo cómo funcionaría una sociedad más justa e igualitaria y, sobre todo, qué deberíamos hacer para cambiarla.

Un video del polémico filósofo esloveno, Slavoj Žižek, titulado “No actúes, sólo piensa” nos propone eso: pensar para cambiar el mundo, así de simple. Por todos los medios se nos presiona para hacer sin perder tiempo, sin analizar, simplemente hacer por hacer para repetir lo mismo, sin una pausa que permita la reflexión, y entonces cambiar el rumbo y el curso de nuestras acciones. El filósofo nos invita a darnos el espacio de interpretar al mundo que hemos tratado de cambiar con tanta rapidez, porque tal vez lo hemos hecho sin saber hacia dónde queremos ir y sin comprender qué es con precisión lo que no está bien

No es del todo descabellado, vivimos como adictos a la inmediatez, queremos resultados al instante y para las grandes transformaciones no hay atajos, es necesario colaborar para que la historia haga su trabajo. Hacer sin tener que detenerse a observar puede tener ciertos beneficios, el activismo no es malo, pero no cambiará a la sociedad más allá de quien directamente se vea favorecido.

Es indispensable creer que otro mundo es posible, no resignarse al “así son las cosas” y asumir únicamente podemos “ayudar” en ocasiones, o modificar nuestra actitud. Es importante tenerlo en cuenta siempre: las cosas no cambian porque hoy decida ser optimista sin importar lo que se presente. Es necesario cambiar también, fundamentalmente nuestro pensar. Dejar de razonar en los términos en los que que lo hemos venido haciendo de años a la fecha. Es decir, en términos de capital y emprendedurismo, de una democracia donde no sabemos exactamente quién gobierna, de individualismo y espiritualidad superficial, entre muchos otros. Preocuparnos por entender esos fenómenos es el camino para ver hacia dónde queremos ir y cómo podemos llegar, reinventando la idea de la misma humanidad.

Como segunda propuesta, el filósofo sugiere elegir una causa con fundamentos que no toquen lo imposible, como la lucha por servicios públicos de calidad, la lucha por derechos de grupos vulnerables o cualquier otro cambio cuyo rumbo sea claro y apueste a la solidaridad e igualdad. Pues si algo es seguro es que ese mundo con el que soñamos —sin saber qué es exactamente— requiere de compromiso. Vivimos una era en la que es momento de pensar. Žižek no es el único en proponerlo; diversos pensadores, intelectuales y artistas trabajan en imaginar cómo sería una sociedad más consciente y responsable, y cómo podemos llegar a ella.

 

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