LA LITERATURA INFANTIL EN LOS OJOS DE AXOLOTL
Para mí, el arte conlleva una experiencia estética. Históricamente, la literatura infantil tiene investigaciones desde la perspectiva pedagógica. Este tipo de investigaciones se tornan en los primeros análisis de las fabulas de Esopo. Constituyendo así un género didáctico que al parecer se volvió base principal para la creación de textos que educaran a los niños.
Estas investigaciones vienen con base en Piaget y su paradigma constructivista. Como no es de mi interés abordar este tema desde la pedagogía o didáctica, más bien desde la literatura, me ha resultado maravilloso encontrarme con Leo de 6 años inventando miles de historias supuestamente verdaderas.
La literatura infantil siempre ha sido de mis preferidas, sobre todo la que lleva marcas de irreverencia, comicidad, jocosidad y desgracia. Por esto me he encaminado a la creación de cuentos infantiles; en los cuales abogo por una literatura anti-pedagógica. O sea que al momento de escribirla, la temática principal no gira en torno de una moraleja, un fin didáctico, ni mucho menos psicológico ,sino, del gozo, de lo divertido y lo simpático. Francisco Hinojosa fue uno de los primeros autores que conocí, logró en mí una experiencia estética que me brindó más referentes, conceptos y personajes para poder imaginar otros mundos.
Rodari critica el utilizar de forma mal sana a la literatura infantil, esto por parte de otras disciplinas:
“La literatura infantil, en sus inicios, sierva de la pedagogía y de la didáctica, se dirigía al niño escolar, de uniforme, mesurable según criterios meramente escolares basados en el rendimiento, en la conducta, en la capacidad de adecuarse al modelo escolar…”
Así es como se pude entrever la falta de autonomía que tiene la literatura infantil, haciéndose subordinada de otras materias. Otra problemática que surge alrededor de la literatura infantil es delimitar o determinar cuál es esta, porque hay casos en donde existen obras literarias que no tuvieron propósito de llegar a un público infantil, pero de igual forma se les considera literatura infantil, un ejemplo es El principito, libro que se piensa es para niños. A partir de todo esto surgen más incógnitas, como; ¿la literatura infantil está concebida sólo para los niños?
Aunque hay autores que hablan sobre este tipo de problemáticas en la literatura infantil, son pocos los que ahondan en una estilística, en la experiencia estética de los niños, o un análisis crítico literario sobre alguna obra.
En la actualidad, los niños están supeditados al salón de clases y por esto mismo se les atiborra de información que debe aprenderse. Si bien es cierto que la educación es de relevancia en su formación, no debe dejarse de lado la experiencia estética pues es una forma específica de encontrarse con el mundo, fenómenos, situaciones y sentires. Desde 1919 se hace el reconocimiento jurídico internacional de los derechos de la niñez. La Declaración establece que el niño tiene derecho al desarrollo material, moral y espiritual; antes de esta fecha, el niño no era visibilizado desde el ámbito social y por consecuencia tampoco del cultural. El interés por relacionarlo a lo artístico es muy poco. Tomando en cuenta esto, es necesario dejar de pensar que el tema infantil no es serio. En la gramática de la fantasía Rodari propone mostrar algunas ideas creativas para la elaboración de cuentos infantiles; el eje principal de su propuesta es una gramática de lo divertido. El postula que desde un error ortográfico o disléxico puede construirse una historia, hecha o no para/por los niños.
Todo lo propuesto con anterioridad, me lleva hacía la línea de la experiencia estética, siento que es La responsabilidad del autor guiar el sentido estético de este ser humano que aún no cuenta con suficientes referentes en cuanto experiencia de vida, mucho menos en cuanto experiencia con el arte/literatura. La literatura infantil se divide en generales de edad, para hacer aún más fácil el trabajo de las empresas, los niños son tratados como un consumidor que debe ignorar el arte de la experiencia estética dentro de la cultura. Tratamos a los niños con generalidades que no ayudan a que ellos tengan un sentido estético desarrollado, y estos niños crecen para volverse adultos faltantes de elegir tener o no una experiencia estética pues no es de su entendimiento, por tratarnos así como un número más en el mundo, un consumidor más estamos perdiendo el sentido estético, el cuál nos caracteriza como humanos, con el propósito de disfrutar la vida.
Por eso aposté a está triada que nos comenta Adolfo Sánchez Vázquez, autor artístico, objeto artístico y receptor. Es por ello que tengo un especial interés en guiar a mi receptor de la manera más real y a la vez llena de cientos de posibilidades, el propósito no es promover la lectura, si no que los niños disfruten de verdad de ella. He preguntado a muchos artistas de diferentes medios, que si piensan en el receptor al hacer su obra, muchos me dijeron que no, que pensaban en ellos. Lo que ellos no ven es que hay una correspondencia muy íntima entre estos dos, pues ambos experimentan ciertas cosas que se tienen en común. Ahora imagina que eres un autor que se piense como niño pequeño. Bueno pues lo que hago para escribir mis cuentos.